Tenía la esperanza de que con la nueva normalidad llegara también una nueva corriente de cultura pop en la que el cine, la música, la series y las noticias recalibraran sus intereses. Tal vea sea muy pronto para que eso pase, tal vez no estoy poniendo suficiente atención, tal vez no tendría por qué pasar. En España acaba de llevarse a cabo un concierto piloto en el que 5 mil personas se sometieron previamente a una prueba de antígenos para poder entrar sin sana distancia pero con mascarilla a una presentación de Love of Lesbian. Solo seis dieron positivo y se les prohibió la entrada. Una parte de mí piensa: por supuesto que cuando sea posible regresar a los conciertos, seguramente iré a cualquiera relativamente atractivo y a la menor provocación. Otra parte piensa: ¿en serio? ¿una cartelera de conciertos repetitiva e idéntica a la que tuvimos por años? Desde luego que esos cinco mil asistentes son admiradores leales que Love of Lesbian cultivó por años, no cinco mil críticos culturales exigiendo un renacimiento de las artes. Sin embargo, si recordamos aquel cartel del Corona Capital Guadalajara, aquello era como el Día de la Marmota hecho festival de música.
"Tu estrés no me pertenece"
"Tu estrés no me pertenece"
"Tu estrés no me pertenece"
Tenía la esperanza de que con la nueva normalidad llegara también una nueva corriente de cultura pop en la que el cine, la música, la series y las noticias recalibraran sus intereses. Tal vea sea muy pronto para que eso pase, tal vez no estoy poniendo suficiente atención, tal vez no tendría por qué pasar. En España acaba de llevarse a cabo un concierto piloto en el que 5 mil personas se sometieron previamente a una prueba de antígenos para poder entrar sin sana distancia pero con mascarilla a una presentación de Love of Lesbian. Solo seis dieron positivo y se les prohibió la entrada. Una parte de mí piensa: por supuesto que cuando sea posible regresar a los conciertos, seguramente iré a cualquiera relativamente atractivo y a la menor provocación. Otra parte piensa: ¿en serio? ¿una cartelera de conciertos repetitiva e idéntica a la que tuvimos por años? Desde luego que esos cinco mil asistentes son admiradores leales que Love of Lesbian cultivó por años, no cinco mil críticos culturales exigiendo un renacimiento de las artes. Sin embargo, si recordamos aquel cartel del Corona Capital Guadalajara, aquello era como el Día de la Marmota hecho festival de música.